La idea de formar Carnicería Cuca se remonta a cinco generaciones atrás. En el siglo XVIII, en el barrio de Abajo, existía una venta donde pasaban numerosos comerciantes. Con la llegada del ferrocarril, Modesta y Segundo (padres de cuca) atendían a los pasajeros de los trenes que paraban en la estación, en el camino de Santiago. Cuca, una mujer extremadamente trabajadora, atendía la carnicería sin descanso. Sus hijos, Aurelio y Efrén, desde los 13 años, se dedicaban, junto a su padre (Paquito), a comprar terneros por las casas del Valle de Iguña, Cieza y Cabuérniga, y también colaboraban en la carnicería. Además, tenían matadero propio. Hoy en día, en Carnicería Cuca seguimos manteniendo la tradición y el compromiso con la calidad que nuestros antepasados nos legaron. Cada corte de carne que ofrecemos es el resultado de generaciones de experiencia y dedicación, asegurando que nuestros clientes disfruten de los mejores productos.